La jugada fue así. Pateó Samuel, del Santacruzense. La pelota pegó en la red del costado del arco, el alcanza pelotas la tomó con la mano y la metió adentro. Tanto la mujer árbitro, Silvia Regina, como el asistente, Marco de Andrade, se habían dado vuelta (por eso no vieron) al creer que la pelota había entrado y salieron corriendo hacia el medio para cobrar el gol.